Las concertacesiones y el retorno
de los López del GIS
José Guadalupe Robledo Guerrero.
Durante décadas, el Grupo Industrial Saltillo (GIS) impidió el desarrollo a todos los niveles del municipio de Saltillo y la región sureste de Coahuila, y sus propietarios se enriquecieron a costa de la excesiva explotación de la mano de obra de los trabajadores saltillenses. Ninguna hoja del árbol se movía sin el consentimiento de la familia López del Bosque dueña del poderoso grupo empresarial, que era dirigido por sus dos más conocidos miembros: Javier e Isidro López del Bosque. Uno era el político del grupo, y el otro su administrador.
El GIS es un grupo empresarial con una importancia económica reconocida, pero también se le reconoce que es uno de los que pagan mal a sus trabajadores. Por tal razón, los López del Bosque, y ahora sus herederos, tiene fama de hambreadores, quienes junto con otros de sus iguales se apoderaron de la tierra urbana para encarecerla. Esa ha sido la gratitud con la que estos “notables” empresarios le pagaron a los saltillenses la gran riqueza que acumularon gracias a los paupérrimos salarios que durante muchos años les han pagado a sus trabajadores, y a los privilegios que reciben de los gobiernos en turno.
En 1974, los López del Bosque se revelaron como pésimos patrones, cuando no quisieron dialogar con los trabajadores de Cinsa-Cifunsa que mantenían una huelga para reivindicar sus condiciones laborales. La huelga obrera triunfó gracias a que los obreros consiguieron la intervención del Presidente Luis Echeverría.
Pero la revancha empresarial no se hizo esperar, los López del Bosque no respetaron el “Acuerdo de Caballeros” que firmaron con los líderes huelguistas ante las autoridades del trabajo, en donde los patrones se comprometieron a no despedir a ninguno de los trabajadores que habían participado en la huelga. Pero los López del Bosque no cumplieron, luego de que los obreros volvieron al trabajo, fueron despedidos miles de ellos por su participación en la huelga de 1974.
Por otra parte, ninguna empresa que quisiera instalarse en la región sureste del estado podía hacerlo sin el permiso de los propietarios del GIS, quienes controlaban los bancos, los clubes, las Cámaras empresariales, el Casino y a los Alcaldes de los municipios del sureste coahuilense, al mismo tiempo que presionaban al gobernador en turno para que les hiciera todos sus caprichos, entre ellos la exención de impuestos, el agua potable casi regalada para sus empresas, la condonación del impuesto predial para sus innumerables terrenos urbanos, además de muchos otros privilegios.
Por eso a la fecha hay quienes insisten en que si Javier López del Bosque no hubiera muerto, los Moreira nunca habrían llegado a gobernar Coahuila.
Los López del Bosque (Javier e Isidro) eran quienes palomeaban al candidato priista a la Presidencia Municipal de Saltillo, y eran quienes imponían al Primer Regidor del Cabildo saltillense, que siempre era un empresario directamente vinculado con los propietarios del GIS.
Estos mismos empresarios alguna vez le impidieron a Óscar Flores Tapia convertirse en candidato a la Alcaldía de Saltillo, y organizando un grupo “ciudadano” de presión se lo impidieron, razón por la que OFT tuvo que emigrar al Distrito Federal en busca de vientos favorables. Allá Flores Tapia se relacionó con el entonces Secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez, quien ya como Presidente de la República convirtió a Flores Tapia en Gobernador de Coahuila, quien como candidato recibió los honores de los López del Bosque y un avión prestado para que: “Viajes por todo el estado que tanto te quiere Oscarito”.
Y mientras Flores Tapia ponía las bases del desarrollo del sureste coahuilense, los López del Bosque, sus socios, aliados y cortesanos se metieron en las catacumbas a conspirar en contra de OFT, quien sin preguntarles creó las condiciones para que la empresa automotriz General Motors se instalara en Ramos Arizpe. Así se hizo detonar el desarrollo de esta parte de Coahuila que le dio viabilidad y progreso a la región.
Por el contrario, en los años posteriores y hasta la fecha, los propietarios del GIS comenzaron a llevarse sus empresas e inversiones a los estados gobernados por el PAN o donde les dieran mayores ventajas. Hace días se informaba sobre una millonaria inversión que harían los herederos de los López del Bosque en San Luis Potosí.
A partir de la experiencia con Flores Tapia, los López del Bosque optaron por financiar al PAN en su gritería anti priista, para negociar mejor con el gobernante en turno. Así se la pasaron el sexenio de “El Diablo” José de las Fuentes Rodríguez, pero en el sexenio de Eliseo Mendoza Berrueto fueron más allá, le solicitaron la candidatura del PRI a la Alcaldía saltillense para uno de sus familiares políticos menos favorecidos por el talento y la honestidad: Rosendo Villarreal Dávila. Al no conseguirlo, habilitaron a Rosendo como candidato del PAN, al fin y al cabo ya habían negociado la concertacesión para que éste ganara la contienda electoral. En aquella ocasión, el palero priista fue Abraham Cepeda Izaguirre, de quien luego se supo que había recibido varios millones de pesos por tirarse a la lona.
Rosendo Villarreal Dávila fue Presidente Municipal de Saltillo durante el periodo 1991-1993, destacándose por ser un alcalde corrupto, incapaz y arbitrario. En su gestión, Rosendo solicitó préstamos sin la aprobación del Congreso del Estado, dejando como garantía: El teatro García Carrillo y los terrenos de Zincamex. Pero Rosendo salió impune del escándalo pese a sus evidentes raterías. El gobierno de Eliseo Mendoza le brindó impunidad a cambio de que no señalaran la grosera corrupción del sexenio eliseísta.
En la Alcaldía saltillense, Rosendo Villarreal acarició la idea de convertirse en gobernador, por eso solicitó licencia como Alcalde para lanzarse como candidato al gobierno de Coahuila, pero como no había concertacesión perdió frente a Rogelio Montemayor. De todos modos, Rosendo Villarreal logró salir del fracaso económico y convertirse en multimillonario, para enriquecerse sólo le bastaron las incursiones en la Alcaldía de Saltillo y en la Dirección Administrativa de Pemex.
De estas dos partes salió mal Rosendo, por eso la imagen que tiene de ladrón será su sombra el resto de su vida. En Pemex fue separado de su cargo un mes después de haber sido presentado ante la SIEDO en una investigación por ordeña de ductos y corrupción al interior de Pemex.
Tres años después de que Rosendo terminó su deshonesto periodo municipal, también por concertacesión y como candidato del PAN llegaría a la Presidencia Municipal de Saltillo otro miembro de la familia de Isidro López del Bosque, su hijo Manuel López Villarreal, quien tuvo como contrincante priista a Salomón Abedrop López, quien perdió la elección gracias a que algunos grupúsculos del PRI -por órdenes superiores- votaron por el panista Manuel López Villarreal, quien dejó constancia en sus tres años de Alcalde (1997-1999) de su legendaria incapacidad.
De allí que en su incursión por la Presidencia Municipal de Saltillo, la magna obra como Alcalde de Manuel López fue la remodelación de la Plaza Acuña, y su periodo no estuvo exento de denuncias de corrupción sobre todo en la Policía municipal y en la Tesorería.
Luego vendría otro de la familia propietaria del GIS: Jorge Torres López, quien sería Alcalde interino de Saltillo, para cubrir la renuncia de Humberto Moreira Valdés, que se lanzó como candidato priista al gobierno de Coahuila. Allí Jorge Torres continúo su saqueo, pues antes del interinato en la Alcaldía saltillense, se había desempeñado como Tesorero municipal en la misma administración de Humberto Moreira.
Posteriormente, Jorge Torres López sería nuevamente interino, pero de la gubernatura de Coahuila, cuando Humberto Moreira pidió licencia como gobernador para irse a ocupar la Presidencia nacional del PRI. Jorge Torres en el gobierno estatal también había fungido como Tesorero Estatal, antes de que Humberto Moreira lo convirtiera en su sustituto.
Sobre la deshonestidad de Jorge Torres mucho se rumoraba en los corrillos políticos, pero nunca fue llamado a cuentas, a pesar de ser uno de los principales ladrones del sexenio de Humberto Moreira. Las raterías de Jorge Torres trascendieron la frontera con Estados Unidos en donde Jorge depositó parte de lo robado al erario coahuilense.
Isidro López Villarreal es el otro miembro de la familia López del Bosque que llega a la Alcaldía de Saltillo, y al igual que su tío Rosendo Villarreal Dávila y su hermano Manuel López Villarreal, lo hizo gracias a la concertacesión. Isidro es el cuarto miembro de la familia de Isidro López del Bosque que será alcalde de Saltillo en los últimos 22 años. El caso de Jorge Torres López no fue por concertacesión, sino por decisión de Humberto Moreira.
En esta ocasión, la concertacesión fue tan clara que ni Isidro López Villarreal ni “El Diablito” Fernando de las Fuentes Hernández hicieron campaña, y cuidaron de que ninguno de sus cortesanos hiciera campaña negra contra el adversario, argumentando que ambos candidatos eran “amigos”, pero la verdadera razón era que ya estaba pactado de antemano que el priista se tirara el clavado a la lona, y el panista ganara la contienda electorera. Por tal motivo, Isidro López Villarreal será Alcalde de 2014 a 2017.
Ya desde ahora Isidro López ha mostrado una de sus facetas: la de irresponsable, pues los cinco meses que tuvo luego de ganar la elección, no fueron suficientes para que supiera qué iba hacer en la Presidencia Municipal de Saltillo. Por esa razón, Isidro tomó posesión el pasado primero de enero, y lo hizo sin programa ni planes para Saltillo, algunos despistados o simplemente cortesanos panistas han manifestado la gran confianza que tienen en que Isidro López hará una brillante gestión y cambiará nuestro municipio, pero nadie sabe en qué se basan para fomentar esta expectativa, pues los antecedentes de los López como Alcaldes dicen lo contrario.
Su tío Rosendo Villarreal fue un alcalde corrupto, su hermano Manuel López fue un Presidente Municipal incapaz, y su primo Jorge Torres fue un Alcalde interino y un gobernador interino excesivamente deshonesto, saqueador, ladrón, ratero a tal grado que ni siquiera su primo Isidro López podrá presumir de buenas expectativas con los antecedentes que dejaron sus parientes, pues a pesar de su origen plutócrata, de sus estudios en las más caras instituciones educativas y de su religiosidad cristiana, los herederos de los López del Bosque salieron malos para aquello del “Bien Común”, y se ha dedicado a lucrar con su estatus de “notables”.
Finalmente, lo que más les importa a los López del GIS son las ganancias. En dos de las concertacesiones se adueñaron del tratamiento del agua y de la basura, ¿qué otra cosa quieren? … |